Captar la atención y fidelidad de los usuarios es un desafío permanente para las empresas. El incremento en la oferta y la demanda en los distintos sectores los obliga a implementar estrategias innovadoras para ganarse un lugar favorable en el mercado global.
No basta con crear productos y servicios; hay que asegurar su calidad para ganar competitividad. Esto aplica en todas las industrias, especialmente en la tecnológica, al basar su producción en la creación de herramientas informáticas y digitales.
Ante el incremento exponencial en el uso y la oferta de soluciones tecnológicas, las empresas desarrolladoras se encuentran obligadas a garantizar la calidad del software, mediante modelos estandarizados que avalen sus procesos de desarrollo.
En este artículo descubrirás la importancia de los modelos de calidad de software, su clasificación y las características específicas para la adopción en tu modelo de negocio.
Las aplicaciones móviles y páginas web se han convertido en un recurso fundamental para las empresas, al facilitar su cercanía con los usuarios durante la experiencia de compra/venta.
De acuerdo con un informe realizado por Statista, los ingresos globales a través de las aplicaciones móviles ascendieron a 318 mil millones de dólares en 2020, un aumento de más de 60 mil millones de dólares respecto a lo registrado un año anterior.
La descarga y uso de estos desarrollos contribuye al crecimiento de la economía global, por lo que las fallas en apps, en sitios web o en plataformas pueden representar pérdidas significativas para el sector.
Los errores de descarga y el tiempo de respuesta son dos de las problemáticas más comunes por las que los usuarios deciden dejar de utilizar una aplicación o la sustituyen por otra.
Como ejemplo se encuentra la banca digital inglesa del Royal Bank of Scotland (RBS), Bo, que debido a fallas en los sistemas de software y problemáticas internas se retiró del mercado después de seis meses de su lanzamiento.
Los modelos de calidad de software evalúan el ciclo de vida de los productos informáticos en todas sus etapas, con base en los estándares estipulados por organizaciones internacionales, como la Organización Internacional de Normalización (ISO, por sus siglas en inglés).
Gracias a estas normas se asegura que los productos y servicios cumplan con las expectativas de los clientes; además, se contribuye al desarrollo de prácticas competitivas en la industria de software.
De acuerdo con ISO, existen siete principios medibles de gestión de calidad:
- enfoque en el cliente
- liderazgo
- compromiso con las personas
- enfoque basado en procesos
- mejora continua
- toma de decisiones basada en evidencia
- gestión de relaciones.
Cada uno representa un área de oportunidad para el incremento de la calidad de software. Las empresas son las responsables de alinear estos principios acordes a sus objetivos.
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Los modelos de calidad de software le agregan valor a los desarrollos, por lo cual no solo dependen del resultado final, sino de todos los aspectos involucrados antes, durante y después del proceso.
De ahí que se cataloguen acorde a distintos enfoques: calidad de proceso, calidad de producto y calidad de uso.
Esta etapa en un modelo de calidad de software centra la atención desde el momento inicial del ciclo de vida del sistema —el planteamiento y diseño de la estrategia— definida en respuesta a los requerimientos del cliente. Cada etapa es evaluada con la finalidad de minimizar riesgos en fases posteriores y el desarrollo total del producto.
Una de las normas más utilizadas para medir la calidad del proceso es el estándar internacional ISO/IEC 15504, que califica la capacidad de madurez de las empresas con base en las prácticas desempeñadas en cada etapa del proceso. Una base sólida es la proyección del impacto que tendrá un producto informático.
El Modelo McCall sentó las bases para la creación de los modelos de calidad de software con enfoque en el producto, gracias a su metodología creada en 1977.
Su evaluación parte de tres perspectivas: la revisión, transición y operación. A su vez, estos factores consideran once aspectos que determinan la calidad: corrección, fiabilidad, eficiencia, integridad, usabilidad, mantenimiento, evaluación, flexibilidad, portabilidad, reusabilidad e interoperabilidad.
Con el tiempo, esta metodología fue modificada y mejorada por las organizaciones, con la intención de satisfacer las necesidades de los usuarios antes y después de poner a su disposición los productos de software.
Potenciar la experiencia del usuario (UX) es uno de los desafíos constantes de las empresas, objetivo que va de la mano con el modelo de calidad en uso de software.
La relación establecida entre el cliente y los productos es medible a partir de un conjunto de atributos, como: eficacia, productividad, seguridad y satisfacción. Algunas de las preguntas ligadas al cumplimiento de este propósito son:
¿El producto satisface la necesidad requerida?
¿Los recursos tiempo/dinero se eficientan con su uso?
¿Su uso es seguro para los usuarios?.
Las respuestas afirmativas a estos cuestionamientos son un punto de partida para saber si se requiere la implementación de un modelo de calidad de uso de software.
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Ahora que conoces los aspectos relevantes sobre los modelos de calidad de software, seguramente te preguntarás ¿Por dónde comenzar? ¿Cómo saber qué modelos aplicar a mi desarrollo?
Como mencionamos anteriormente, no hay una respuesta estandarizada, necesitarás hacer un análisis del ciclo de vida en el que se encuentre tu producto, así como de las áreas de oportunidad que han detectado.
En Testing It llevamos más de 10 años ayudando a empresas como la tuya a elegir y estructurar modelos de calidad de software. Nuestra experiencia en el mercado facilitará tu proceso para alcanzar el máximo nivel de calidad y competitividad. Si quieres conocer cómo podemos aportar a tu desarrollo, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.