La calidad es un concepto aplicable en casi cualquier escenario, y la industria de software no es la excepción.
De acuerdo con la Real Academia Española (RAE), la calidad se define a partir de un conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten determinar su valor. Es decir, la calidad es medible en consideración del contexto y las condiciones en las que se ve implicado el producto o servicio a evaluar.
Sin embargo, ¿Cuáles son los aspectos a considerar al determinar la calidad de un componente, software, sistema o aplicación? Para resolver esta pregunta es necesario hablar de los atributos de calidad de software, establecidos por la industria para evaluar las cualidades de un producto informático.
Construir un sistema es una tarea compleja, debido a la cantidad de elementos que intervienen en su totalidad. Cada atributo repercute en el funcionamiento e impacto del producto final, de ahí la importancia de organizarlos estratégicamente.
La arquitectura de software se basa en estos principios para medir los sistemas en las distintas etapas de desarrollo, desde la planeación hasta la evaluación.
En la actualidad las empresas requieren de métricas para analizar la arquitectura de sus productos en función de los parámetros marcados por la industria a la que pertenecen.
Con esta información, las organizaciones pueden detectar las fortalezas y debilidades de sus productos, encaminadas a la búsqueda de alternativas para el mejoramiento de la experiencia de los usuarios (UX).
La reducción de riesgos, costos y tiempo son algunos de los beneficios que podrás conseguir al evaluar los diferentes atributos de calidad de software.
De acuerdo con un estudio publicado por la International Journal of Scientific and Research Publication (IJSRP) —A Research Study on Software Quality Attributes— la calidad de un software puede evaluarse desde dos perspectivas: la funcionalidad y la estructura.
La funcionalidad hace referencia al cumplimiento de los requisitos del producto en relación con las necesidades del negocio. Por su parte, la calidad estructural refleja los aspectos no funcionales del sistema, como la escalabilidad, rendimiento, seguridad, entre otras.
Al hablar de cualidades no tangibles puede resultar complicado establecer parámetros para realizar una evaluación. Es por esto que, organizaciones internacionales —entre ellas la Organización Internacional de Normalización (ISO, por sus siglas en inglés)— han propuesto modelos de estandarización de calidad, con el objetivo de unificar los atributos medibles a nivel global.
El modelo ISO/IEC TR 9126 fue inicialmente propuesto para la evaluación de la calidad de software. Más tarde fue sustituido por ISO/IEC 25022, en el que se sugieren características específicas —internas y externas— para satisfacer las necesidades de los usuarios a través de los sistemas.
Ana Ochoa, Practice Manager en Testing IT, nos comparte cuáles son los atributos de calidad que deberías monitorear durante las etapas de desarrollo y liberación de tu sistema.
Ahora que identificas los atributos de calidad de software más relevantes es momento de aplicarlos. Recuerda que la calidad es un aspecto que debe evaluarse constantemente para lograr una posición competitiva en el mercado.
Solicitar ayuda de especialistas es una opción para mejorar la arquitectura de tus productos de software, y en Testing It contamos con las herramientas para lograrlo.
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