Los procesos de desarrollo de productos informáticos son complejos debido a la gran cantidad de datos que permiten su funcionamiento. Estos son elaborados por expertos en DevOps, quienes pese a la experiencia o conocimientos en el área, están propensos a errores.
De ahí se deriva una de las funciones centrales de las personas pertenecientes a los equipos de DevOps: la detección de fallos en los sistemas de software.
Los errores son inevitables, pero la mejora y optimización de los sistemas de software es un desafío que depende de la tecnología para satisfacer las exigencias del mercado.
Actualmente, las empresas recurren a las pruebas manuales y automatizadas para la validación de productos informáticos. Ambas contribuyen al mejoramiento de los sistemas, pero cuentan con características y beneficios que deben valorarse de acuerdo a cada caso.
Un estudio realizado por Tricentis encontró que el 38% de los encuestados retrasan la liberación de nuevos productos de software debido a la realización de pruebas. Solo el 4% de los participantes respondió no tener problema con las entregas, gracias a las capacidades internas de cada empresa para cumplir con las demandas.
Este hallazgo resulta preocupante, ya que significa que las organizaciones aún no están preparadas o cuentan con las herramientas suficientes para cubrir las exigencias de sus nichos de mercado.
De ahí la importancia de identificar cuál es el tipo de pruebas que conviene aplicar entre las pruebas manuales y automatizadas.
La automatización de pruebas de software es un método utilizado para la detección de fallos en los sistemas mediante un equipo especializado de datos programados. Como su nombre lo indica, su funcionamiento es automático, por lo que no depende de la intervención humana para su ejecución.
A continuación enlistamos algunos de los beneficios de las pruebas automatizadas:
Al no depender del trabajo humano, las pruebas automatizadas son menos propensas a errores, lo cual repercute en la inversión de tiempo y dinero de la empresa.
Los sistemas informáticos son capaces de detectar y procesar grandes cantidades de información que las personas pueden pasar desapercibida ante una saturación o repetición de datos.
La realización de pruebas automáticas acelera los procesos de entrega de los productos de software, de manera que el resto de las áreas de la empresa puedan operar sin afectar los tiempos estipulados.
Una prueba automatizada puede ejecutarse repetidas veces, con la finalidad de asegurar la calidad del software en sus diferentes etapas. Estas pueden programarse en cualquier momento, lo cual permite que los desarrolladores se encarguen de otras tareas.
Después de un diagnóstico, las pruebas automatizadas arrojan un informe que permite llevar el control de la información analizada. Esta información resulta útil para el análisis y la corrección de fallos detectados en el sistema.
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A diferencia de las pruebas automatizadas, las pruebas manuales requieren de las personas para su correcta operación, quienes deben contar con los conocimientos necesarios para interactuar con el equipo de software.
Aproximación con la experiencia del cliente
A depender de la intervención humana, una prueba manual permite conocer la experiencia final que el usuario tendrá con el producto. Esto puede favorecer las fases finales de desarrollo, antes de su lanzamiento al cliente.
Menor inversión
La automatización de pruebas suele ser costosa debido a la complejidad de los programas que las conforman. En algunos casos, las pruebas que se requieren aplicar son básicas y rápidas de ejecutar, por lo que invertir en recursos para automatizar estas pruebas puede ser contraproducente.
Antes de tomar la decisión entre las pruebas manuales y automatizadas, es indispensable considerar el presupuesto destinado para este propósito, además del tiempo requerido para su aplicación. Con base en esto podrá determinarse cuál es la mejor opción.
La automatización de pruebas de software es un recurso cada vez más utilizado por las áreas de TI de las organizaciones, caracterizado por la velocidad para la validación de los productos informáticos; sin embargo, la decisión debe basarse en la planificación elaborada durante la etapa inicial del ciclo de vida del software.
Las opciones son cada vez más, pero depende de los objetivos de tu empresa, la elección de las innovaciones a implementar. En ocasiones, combinarlas puede favorecer los procesos de prueba, para aprovechar las bondades que ofrece cada una.
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