Pese a que un sistema de software está diseñado con base en un conjunto de datos y números que parecieran garantizar su funcionamiento, no está exento de posibles defectos o fallas en el futuro.
Al depender del desarrollo y configuración humana, los sistemas de software están sujetos a las modificaciones propias de las personas y, por tanto, a los errores cometidos por su realizador. De ahí surge la necesidad de crear pruebas de funcionalidad de software, que permitan detectar y anticipar escenarios de riesgo.
En caso de no detectar fallas oportunamente, las afectaciones a una organización pueden ser muy grandes, desde la pérdida de credibilidad hasta fuga de capitales o recursos económicos.
¿Por qué aplicar pruebas de funcionalidad de software?
No importa la dimensión de la falla en un sistema de software, ya que las implicaciones pueden ser muy grandes. Una muestra de ello es el lanzamiento de la sonda espacial Mars Climate Orbiter (MCO), que tras liberarse a Marte para la medición del clima —en 1998— hubo un fallo en la conversión del sistema métrico decimal al sistema inglés.
El laboratorio encargado de programar los sistemas de navegación utilizaba el sistema métrico decimal, mientras que el centro de diseño de la MCO se basaba en medidas del sistema inglés. Este fallo en la conversión de kilómetros a millas trajo consigo el choque de la nave en Marte y la pérdida de 125 millones de dólares.
Un estudio global de la empresa CA Technologies reveló que el 49 por ciento de las empresas encuestadas consideran fundamental implementar pruebas continuas de software para conocer la evolución, necesidades y expectativas de las organizaciones.
Las empresas con una cultura favorable al cambio tienden a invertir en soluciones tecnológicas avanzadas que les ayuden a competir eficazmente, de acuerdo con los hallazgos encontrados en el informe, un ejemplo de ello son las pruebas funcionales.
Diferencias entre pruebas funcionales y no funcionales de software
Pruebas funcionales
Este tipo de pruebas aseguran que los componentes de un sistema cumplan con las funcionalidades y operen correctamente durante su operación. Ya sea que se realicen durante la fase de desarrollo o al término del ciclo de vida de un software, el diseño de este tipo de pruebas se lleva a cabo con base en las características de cada sistema.
Pruebas no funcionales
Las pruebas no funcionales permiten llevar un control de calidad y permiten saber si el sistema de software funciona correctamente, además bajo qué circunstancias podría fallar.
El bajo rendimiento, el tiempo de respuesta y la carga del servidor son algunos de los aspectos que se pueden conocer con este tipo de pruebas.
Por ejemplo, si 100 usuarios desean acceder a la plataforma de manera simultánea el sistema estará sometido a una carga, por lo que podría fallar si no cuenta con las funcionalidades adecuadas.
¿Cómo elegir entre pruebas funcionales o no funcionales?
No importa si son pruebas funcionales o no funcionales, ya que todas favorecerán al correcto funcionamiento del sistema de software y la experiencia del usuario; sin embargo, los momentos de aplicación dependen de la etapa de desarrollo del mismo.
Estas pueden combinarse para obtener un mejor rendimiento y calidad del producto, por lo que es necesario definir las necesidades que busquen resolverse al aplicar una prueba de software.
Si buscas implementar pruebas funcionales de software desde el inicio hasta la conclusión de tu proyecto, en Testing IT podemos guiarte durante el proceso y llevar a tu aplicación o sistema de software organizacional al siguiente nivel.