El Front-End resulta fundamental para captar la atención de los usuarios, pero de nada sirve contar con un diseño visualmente impactante si el sitio web o la aplicación colapsa a la primera interacción de los internautas.
Las pruebas de performance testing son determinantes en el desarrollo software, y de ellas puede depender el éxito o el fracaso después de su lanzamiento al mercado, ya que aseguran el funcionamiento de todo lo que no está al alcance de la mirada del usuario, es decir, el Back-End.
En este artículo te explicamos los aspectos más importantes de las pruebas de rendimiento (performance testing) y de qué manera contribuyen al incremento de calidad en los desarrollos de software.
Las pruebas de rendimiento son un tipo de software testing no funcional, enfocado en el mejoramiento de la experiencia de los usuarios (UX) y el incremento de la calidad de los productos informáticos.
Su función consiste en evaluar los aspectos que intervienen en el rendimiento de los sistemas, como la velocidad, el tiempo de respuesta y la estabilidad bajo distintas cargas de trabajo.
Por lo regular, las pruebas de performance testing se implementan después de las pruebas funcionales, una vez que se ha comprobado que las funciones básicas del software se comportan conforme lo esperado.
Los usuarios buscan satisfacer sus necesidades en cuestión de segundos y esperar no es una opción al tratar de acceder a un sitio web o una aplicación móvil. El tiempo se traduce en valor, y esta es la razón por la que las pruebas de performance testing cobran relevancia en el desarrollo de cualquier producto informático.
De acuerdo con una investigación de Forbes, los usuarios de sitios web móviles esperan que una plataforma cargue en menos de tres segundos, de lo contrario puede provocar que abandonen el sitio por completo.
A su vez, un mal rendimiento del software puede traer consecuencias económicas significativas. Una encuesta de Gartner revela que el coste medio de inactividad en la red equivale a $5 mil 600 dólares por minuto y $300 mil dólares por hora.
Estas son tan solo algunas de las razones por las que las pruebas de performance testing resultan esenciales para garantizar el tráfico de usuarios, pero también para evitar pérdidas significativas de dinero y reputación.
A diferencia de las pruebas de estrés, las pruebas de carga verifican que el sistema funcione óptimamente bajo cargas de trabajo normales. Con ello se puede determinar si el software cuenta con la capacidad necesaria para cumplir con las funciones básicas o deben realizarse ajustes antes de su lanzamiento al mercado.
La medición del tiempo de respuesta entre transacciones y la identificación de cuellos de botella son los principales motivos de su uso. Con ello no solo se minimizan los riesgos económicos, sino también se mejora la experiencia de los usuarios durante su interacción.
¿Cuál es el límite de un software? Esta es una de las preguntas posibles de responder con la aplicación de pruebas de estrés, un tipo de performance testing que somete al sistema a cargas máximas para medir su capacidad de respuesta frente a situaciones críticas.
Estas pruebas de rendimiento fungen como medida preventiva, con la finalidad de identificar fallos y evitar que sucedan durante el uso real.
Por ejemplo, una aplicación o un sitio web se puede ver saturado durante el lanzamiento de un producto o servicio debido a la conexión simultánea de miles de personas.
Las pruebas de estrés se encargan de verificar que el sistema opere con regularidad sin importar el número de usuarios conectados y la cantidad de transacciones a realizar entre dos o más aplicaciones.
Cualquier sistema está sujeto a anomalías inesperadas y, afortunadamente, las pruebas de performance testing son una medida efectiva para prevenirlas.
Las pruebas de robustez se encargan de evaluar la capacidad de un software al encontrarse en condiciones críticas bajo distintos escenarios.
Por ejemplo, un intento de violación a la seguridad o el ingreso de datos incorrectos por parte del usuario son casos en los que el software puede responder inesperadamente. Sin embargo, mediante las pruebas de robustez, los testers pueden simular estas situaciones y evitar que el sistema falle después de su interacción.
Como su nombre lo indica, las pruebas de escalabilidad son un tipo de pruebas de performance testing que se encargan de verificar el comportamiento de los sistemas al someterse a cargas superiores a lo esperado. Esto con el objetivo de evitar su colapso ante un incremento de uso durante situaciones reales.
Las pruebas de rendimiento son parte del ciclo de vida del software y suelen incluirse dentro de la estrategia de pruebas. Para implementarlas adecuadamente es importante considerar varios aspectos, desde los objetivos del producto del software hasta los requerimientos del cliente, los tiempos de planeación y lanzamiento al mercado.
Para alcanzar los resultados esperados, te recomendamos consultar la asesoría de nuestros expertos en pruebas de performance testing, quienes te ayudarán a adoptar una metodología acorde a las necesidades específicas de tu producto.
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