Las aplicaciones móviles han llegado a simplificar muchas de las acciones de las empresas para atender a sus clientes, con el objetivo de estar a la altura de los nuevos estilos de consumo. En tan sólo cinco años su uso se ha incrementado considerablemente, lo cual habla de la importancia de su uso y desarrollo a nivel global.
De acuerdo con Statista, los usuarios de todo el mundo descargaron en el último año 250 mil millones de aplicaciones móviles en sus dispositivos, lo cual representó un aumento del 63% respecto a las 140 mil 700 millones de cargas de 2016.
Desde la palma de la mano los usuarios pueden recordar la ubicación de su automóvil o pagar su tarjeta de crédito sin la necesidad de acudir a otros medios, como el papel o los establecimientos físicos para lograrlo.
La tendencia a la alza continúa y ante una mayor demanda de los usuarios se requiere de una cantidad equiparable de desarrolladores de software, quienes garanticen su correcto funcionamiento.
La creación es el primer paso, pero para lograr que las apps móviles tengan un impacto positivo en el mercado también se necesitan pruebas de compatibilidad. En este artículo te explicamos en qué consisten y la importancia de su implementación.
Las pruebas de compatibilidad de software son una herramienta para evaluar el funcionamiento de una aplicación móvil bajo distintas condiciones y tipos de dispositivos, ya que cada usuario hace uso de ellas en escenarios que varían en función del alcance de su red, el sistema operativo y el navegador utilizado.
Estas pruebas se realizan para garantizar que, dado que los dispositivos móviles tienen diferente tamaño, resolución, pantalla, versión y hardware, la aplicación debe probarse en todos los dispositivos para garantizar que la aplicación funciona como se desea.
Para que una aplicación funcione correctamente depende de varios elementos medibles, que permiten clasificar las pruebas de compatibilidad en ocho tipos:
Las siguientes son las pruebas comunes de compatibilidad.
<<Conoce en qué consisten los niveles de pruebas de software>>
En tan sólo un año Calm se convirtió en la principal aplicación de meditación, sueño y bienestar mental. Todo inició en el año 2011 cuando sus fundadores —Alex Tew y Michael Acton Smith— lanzaron al mercado un sitio de internet que generaba paz en los visitantes tan sólo con mirar y escuchar por dos minutos una pantalla con la imagen de una playa y las olas del mar.
En dos semanas alcanzaron la visita de más de 100 mil personas lo cual llevó a que tan sólo en unos meses lanzaran al mercado la primera versión de su app móvil. En 2015 contaban con 2 millones de ingresos y cinco años después alcanzaron los 200 millones de dólares.
Su lanzamiento al mercado fue exitoso rápidamente, gracias a una correcta inversión de los recursos y un equipo de desarrolladores efectivo. Pero ¿qué hubiera sucedido si la aplicación hubiera presentado fallas desde el inicio, al tratar de acceder o hacer uso de ciertas funciones?
Probablemente la competencia los habría desplazado del mercado con la posibilidad de perder usuarios y, por tanto, el ingresos económicos. Algunas de las consecuencias de una mala o nula ejecución de las pruebas de compatibilidad son:
En un mercado de rápida expansión y gran competitividad no existe margen de error, ya que las consecuencias pueden ir más allá de la pérdida de un par de usuarios. Entre los beneficios de las pruebas de compatibilidad de software se encuentran:
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Si dentro de tus estrategias de marketing está el lanzamiento de una app móvil o un sitio web para mayor alcance de usuarios, debes considerar durante el proceso de desarrollo la aplicación de pruebas de compatibilidad de software. Con ello aseguras el éxito de tu campaña, marca o producto una vez lanzado al mercado.
Te recomendamos acercarte a un equipo de expertos en testing software, como Testing iT, quienes te guiarán desde el diseño de tu propuesta hasta su posicionamiento final.
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