La validación y verificación (V & V) son dos procesos determinantes en el desarrollo de software, y pueden marcar la diferencia en la composición del proyecto final. Cada uno corresponde a una etapa distinta en el ciclo de vida del software y responden tanto a los requerimientos especificados como a las necesidades de los usuarios.
De acuerdo con un informe de Capgemini, el 61% de los encuestados han mostrado una mejoría superior al 30% en la personalización del servicio y la satisfacción de los usuarios tras la implementación de prácticas de testing, como Agile y DevOps. Dentro de estas prácticas se incluye la validación y verificación, como parte de las etapas de diseño y pruebas, respectivamente.
En este artículo explicaremos la diferencia entre validar y verificar de acuerdo con el Comité Internacional de Certificaciones de Pruebas de Software (ISTQB, por sus siglas en inglés), el organismo más importante en la certificación y estandarización de la calidad del software. Además, mencionaremos la importancia de aplicar estos conceptos en el desarrollo de tus proyectos informáticos.
La verificación es el conjunto de métodos y procedimientos planificados que permiten comprobar si un software cumple con las especificaciones del cliente.
Estas acciones deben basarse en los requisitos planteados durante las primeras etapas del ciclo de vida del software, el análisis y diseño, de manera que se pueda identificar si el sistema funciona según lo planificado.
Entre las prácticas dentro del proceso de verificación se incluyen:
Por ejemplo, si el cliente solicitó una aplicación web con la función de inicio de sesión mediante el registro de correo electrónico y contraseña, la verificación de software ayuda a comprobar que este requisito está incluido en el sistema tal y como fue solicitado desde el inicio.
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Contrario a la verificación, la validación del software es el proceso que brinda evidencia objetiva de que se han cumplido los requisitos (necesidades) de los usuarios finales. Es decir, es el parámetro que permite identificar si la aplicación o el sitio web está listo para su uso, tal y como se estableció en etapas tempranas, de análisis e idoneidad.
Por tanto, la validación se lleva a cabo en las fases finales de desarrollo para comprobar que el producto cumple con las expectativas comerciales.
Esto se logra mediante la aplicación de pruebas de software enfocadas en la satisfacción del usuario, como las pruebas de aceptación. De esta manera se asegura el correcto funcionamiento de las aplicaciones y el éxito tras su lanzamiento al mercado.
Un ejemplo de validación de software es comprobar que el registro de inicio sesión de una aplicación funciona correctamente al ingresar los datos solicitados, correo electrónico y contraseña. Si llegase a existir un error, debe notificarse y solucionarse antes de poner el producto en interacción con los usuarios.
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Ahora que conocemos la diferencia entre validar y verificar de acuerdo al ISTQB, podemos reconocer que ambos son indispensables y complementarios para alcanzar el máximo desempeño en el funcionamiento y la satisfacción de los usuarios.
Cada uno brinda evidencia objetiva en diferentes etapas de desarrollo del producto, por lo que es necesario incluirlos dentro de cualquier proyecto informático, sin importar el tamaño o la complejidad del mismo. Al dejar a alguno fuera de la ecuación podría mermar la calidad del producto final.
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